Ricardo García Mira
Recientemente la Xunta de Galicia decidía contratar una empresa para captar subvenciones a proyectos europeos de I+D+i. Tal decisión implica que la Secretaría Xeral de Modernización encargaría a una consultora parte de las funciones de la Oficina de Programas Internacionales de I+D+i de la Dirección Xeral de I+D+i (OPIDi), que dirije eficientemente mi buen amigo y compañero Xavier Alcalá. Al mismo tiempo, son conocidas las declaraciones del Director Xeral de I+D+i demostrativas de que no está en la prioridad de la Xunta reforzar el papel de las Universidades fortaleciendo sus OTRIs e instruyendo a los investigadores gallegos en la búsqueda de financiación exterior.
Esto indica desconocimiento por parte de los gestores de I+D+i de la Xunta. Como sé por propia experiencia, los funcionarios de la Comisión Europea no atienden a consultores en materia de propuestas de proyectos; sólo lo hacen cuando se trata de agentes de las administraciones o de los propios participantes de los consorcios proponentes. Cabe señalar también que, en el capítulo de retornos, son las universidades gallegas las que consiguieron casi tres cuartas partes de las subvenciones europeas a lo largo de los anos que lleva en marcha el 7º Programa Marco, frente al conseguido por asociaciones empresariales y empresas del país.
La OPIDi y las OTRIs, ahora relegadas por decisión contradictoria, jugaron un papel clave en el esfuerzo de las Universidades por captar dinero europeo. Las Universidades gallegas deberían reaccionar y observar las alianzas de otras Universidades del Estado y del entorno europeo, incluso Brasil y México, para actuar juntas en Bruselas creando delegaciones, oficinas permanentes y otras infraestructuras comunes de apoyo. Los investigadores gallegos contamos con algunas ayudas públicas para preparar las propuestas europeas, intentando consolidar los Consorcios, nos nutrimos de medios formativos en la OPIDi y de información en las OTRIs, pero estas necesitan aún más refuerzo.
La Xunta acertó con la creación de la OPIDi, y también con la persona que la dirige, pero insisto en el desacierto de que los fondos que tendrían que promover las distintas acciones de ese organismo y de las OTRIs vayan destinados a la contratación de empresas que capten subvenciones. La parte más importante de la elaboración de una propuesta es su calidad científica, y ésta sólo se consigue, y se evalúa, en y desde las Universidades.
Ricardo García Mira es Coordinador del Consorcio Europeo LOCAW y del Grupo de Investigación Persona-Ambiente en la UDC. LOCAW es un consorcio europeo formado por 7 centros de investigación –Universidad de Surrey, Inglaterra; Macaunlay Land Use Research Institute, Escocia; Universidad de Groningen, Holanda; Universidad de Umea, Suecia; Universidad de Timisoara, Rumanía; Universidad de Roma ‘La Sapientza’, Italia; y Universidade da Coruña, España–, y cuenta con una financiación de 1.5M Euros para el desarrollo de la investigación “Low Carbon at Work: Modelling Agents and Organisations to achieve transition to a Low Carbon Europe” (7º Programa Marco de la Unión Europea).
